El horrible descubrimiento
Después de días agonizando, Alicia finalmente murió sin que nadie entendiera la causa. Pero cuando la sirvienta fue a cambiar las sábanas, hizo un descubrimiento que cambiaría todo: había manchas de sangre en el almohadón donde había dormido Alicia.
Al examinar más de cerca, encontraron pequeñas picaduras en la funda. Cuando Jordán y la sirvienta levantaron el almohadón, se dieron cuenta de que pesaba muchísimo más de lo normal. Algo muy raro estaba pasando.
Al cortar la funda del almohadón de plumas, encontraron la verdad aterradora: un parásito monstruoso había estado viviendo dentro, chupándole la sangre a Alicia noche tras noche. Este ser viscoso y peludo había crecido enormemente alimentándose de ella hasta matarla.
Quiroga explica que estos parásitos de las aves pueden crecer hasta tamaños gigantescos cuando se alimentan de sangre humana. La tragedia es que si hubieran cambiado el almohadón más seguido, Alicia podría haberse salvado.
El giro final: Lo que parecía una enfermedad misteriosa era en realidad un horror muy real y físico escondido en el lugar más íntimo: la almohada donde dormía.