Palabras Homónimas: Cuando las Palabras Te Juegan Bromas
¿Alguna vez has escrito "rallar" cuando querías decir "rayar"? Tranquilo, a todos nos pasa. Las palabras homónimas son aquellas que suenan igual pero tienen significados totalmente diferentes.
Existen tres tipos principales que necesitas dominar: las homógrafas, las homófonas y las que simplemente son idénticas pero con múltiples significados. Cada tipo tiene sus propias reglas y trucos para no confundirte.
Homógrafas: Estas son las más fáciles de identificar porque se escriben y pronuncian exactamente igual. Solo cambia el significado según el contexto. Por ejemplo, "banco" puede ser donde te sientas o donde guardas tu dinero.
Otros ejemplos claros son "coma" (signo de puntuación o estado médico), "canal" (de televisión o de Venecia), y "cólera" (enfermedad o enojo). El contexto de la oración siempre te dará la pista correcta.
Tip clave: Con las homógrafas, lee toda la oración completa antes de decidir el significado. El contexto nunca miente.
Homófonas: Aquí viene lo interesante. Estas palabras suenan igual pero se escriben diferente y tienen significados distintos. Son las que más dolores de cabeza causan en los dictados.
Ejemplos perfectos son "bello/vello" y "abrazar/abrasar". "Bello" es algo hermoso, mientras que "vello" son esos pelitos del cuerpo. "Abrazar" es dar un abrazo, pero "abrasar" es quemar algo.