El clímax aterrador
Una noche de tormenta, incapaz de dormir, el narrador intenta calmar sus nervios leyéndole a Roderick una antigua novela de caballería. Mientras lee, comienzan a escucharse ruidos extraños que coinciden misteriosamente con los eventos de la historia: crujidos, gritos y sonidos metálicos que parecen provenir de las profundidades de la casa.
Roderick, sentado en una silla y balanceándose nerviosamente, finalmente confiesa con horror: "¡La hemos enterrado viva!". Explica que ha estado escuchando durante días los esfuerzos de Madeline por escapar de su ataúd, pero estaba demasiado aterrorizado para actuar.
En ese preciso momento, las grandes puertas de la habitación se abren para revelar la figura ensangrentada de Lady Madeline, quien efectivamente ha escapado de su tumba prematura. Con un gemido, ella se abalanza sobre su hermano y ambos caen al suelo, muriendo juntos instantáneamente.
El narrador huye aterrorizado de la mansión. Mientras escapa, mira hacia atrás y ve cómo una grieta que había notado antes en la fachada se ensancha rápidamente. Con un estruendo terrible, la Casa de Usher se derrumba por completo, hundiéndose en el oscuro estanque, sin dejar rastro de su existencia.