La Anáfora: Mirando Hacia Atrás
La anáfora es como tener un control remoto para tu texto: usás palabras que "apuntan" hacia algo que ya mencionaste antes. Es súper práctica para evitar repeticiones molestas.
Los pronombres son tus mejores aliados aquí. En lugar de decir "Laura y Ana discutieron, Laura y Ana deben llegar a un acuerdo", simplemente decís "Ellas deben llegar a un acuerdo". Mucho más limpio, ¿no?
También funcionan los sinónimos, que son palabras con significados parecidos. Si ya dijiste que Luisa es "desmemoriada", podés después llamarla "despistada" sin repetir la misma palabra.
💡 Recorda: Los pronombres personales (yo, tú, él, nosotros) y posesivos (mío, tuyo, suyo) son tus herramientas básicas para conectar ideas.