El viaje que cambió su poesía y las tragedias que marcaron su destino
A los 19 años, Silva viajó a París, Bélgica, Holanda, Londres y Suiza. Esta experiencia europea transformó completamente su forma de escribir poesía y lo convirtió en el pionero del modernismo en Colombia. Sin embargo, al regresar en 1887, se encontró con dos golpes devastadores: el negocio familiar estaba en bancarrota por un robo y su padre había fallecido.
Aunque intentó salvar la empresa invirtiendo en café y revolucionando la publicidad con "poemas-anuncio", el golpe más duro llegó en 1891: la muerte de su hermana Elvira por neumonía. A ella le dedicó su famoso poema "Nocturno III", una de las obras más hermosas de la literatura colombiana.
La depresión por la muerte de Elvira lo llevó a la ruina total. Tuvo que dedicarse al periodismo para sobrevivir, escribiendo en periódicos como "El Telegrama". En 1894 fue nombrado secretario de la embajada colombiana en Caracas, pero durante su regreso a Colombia, el barco naufragó y perdió la mayoría de sus manuscritos más importantes.
Trágico final: El 24 de mayo de 1896, a los 30 años, Silva se suicidó de un disparo al corazón. Horas antes había preguntado a un médico dónde estaba ubicado exactamente ese órgano.