Origen y Características de la Escritura Cuneiforme
La escritura cuneiforme surgió en Mesopotamia por una necesidad práctica: contabilizar bienes y registrar transacciones comerciales. Este sistema, con finalidad inicialmente contable, se convirtió en la base para documentar toda la vida económica de la época.
El soporte principal para esta escritura eran las tablillas de arcilla, generalmente del tamaño de la palma de la mano. Estas tablillas planas y rectangulares se escribían por ambas caras, organizándose en columnas o líneas, con trazos verticales u horizontales. Para escribir, utilizaban una espátula de caña en forma de cuña, que dejaba marcas características en la arcilla húmeda.
La escritura cuneiforme documentaba con detalle los productos comerciados, las cantidades y los nombres de las personas involucradas. Este sistema resultó tan efectivo que siguió utilizándose durante más de tres milenios y fue adaptado para escribir diferentes lenguas de la región.
💡 ¿Sabías que? La palabra "cuneiforme" viene del latín "cuneus" (cuña) y se refiere a la forma de las marcas que dejaba el instrumento de escritura sobre la arcilla.
Como herramienta de comunicación, la escritura cuneiforme fue fundamental para preservar la historia, cultura y organización social de Mesopotamia. No sólo servía para redactar leyes, contratos y acuerdos legales, sino que también estableció un marco para resolver disputas y regular la vida comunitaria. Estas tablillas son, en esencia, la memoria histórica y social de una de las primeras grandes civilizaciones humanas.