Las Puestas de Sol y las Espinas
El principito tiene costumbres especiales, como contemplar las puestas de sol. En su pequeño planeta, puede ver varias puestas de sol en un mismo día simplemente moviendo su silla unos pasos. Una vez vio ponerse el sol cuarenta y tres veces en un solo día, cuando estaba muy triste.
También le preocupan las espinas de las flores. Pregunta para qué sirven, ya que los corderos podrían comerse las flores a pesar de sus espinas. El narrador, ocupado arreglando su avión, responde que las espinas no sirven para nada, que son pura maldad de las flores.
Esta respuesta molesta al principito, quien defiende a las flores: "Las flores son débiles. Son ingenuas. Se defienden como pueden." Para él, las espinas son importantes porque protegen a las flores, aunque no sean perfectas.
El principito valora las cosas pequeñas y frágiles, mostrando una sensibilidad especial hacia la vida.
¡Reflexión! A veces estamos tan ocupados con nuestros problemas que no vemos la importancia de las pequeñas cosas, como una flor que lucha por defenderse con sus espinas.