Las tensiones que dan vida a la novela
La vida del coronel está marcada por dos grandes tensiones: el implacable avance del tiempo y el choque entre su idealismo y la miseria material. ¡Estas tensiones son las que hacen que la historia sea tan real!
El tiempo en la novela fluye en dos niveles: el tiempo objetivo (marcado por el reloj y los días que pasan) y el tiempo psicológico del coronel. Mientras espera la carta de su pensión, el protagonista vive constantemente entre el peso del pasado y la expectativa del futuro. ¿Te has sentido así alguna vez, atrapado entre lo que fue y lo que podría ser?
El reloj que el coronel da cuerda todos los días se convierte en un recordatorio cruel del paso del tiempo: "cincuenta y seis años desde que terminó la última guerra civil", "nueve meses desde la muerte de su hijo", "cuarenta y cuatro días que faltan para la pelea del gallo".
La segunda tensión surge del choque entre el idealismo optimista del coronel y la realidad materialista de su sociedad. El coronel representa valores anticuados en un mundo dominado por el materialismo de don Sabas y los comerciantes sirios.
💡 ¡Interesante! Los objetos como el café escaso, los botines viejos y el gallo de pelea intensifican la lucha interior del coronel entre "lo que se come" y lo que "no se come, pero alimenta".
Estas tensiones convergen en el poderoso final de la novela cuando el coronel, después de 75 años de vida, emite por primera vez la palabra "mierda", en un momento donde se unen todas las presiones de su existencia.