La Confesión Final: El Poder de la Culpa
Mientras los policías charlan tranquilamente, el narrador comienza a escuchar nuevamente el latido del corazón. Pero esta vez es diferente: el anciano está muerto, así que el sonido solo puede venir de su propia conciencia culpable.
El ruido imaginario se vuelve cada vez más fuerte y desesperante. El narrador habla más rápido, grita, camina de un lado a otro, pero nada detiene el sonido que lo está volviendo loco. Su comportamiento se vuelve cada vez más errático y sospechoso.
La genialidad de Poe está en mostrar cómo la culpa psicológica puede ser más poderosa que cualquier evidencia física. El crimen perfecto se desmorona no por pistas externas, sino por la mente destrozada del criminal.
Finalmente, convencido de que los policías también escuchan el latido y se burlan de él, el narrador no puede soportar más la tortura mental. En un momento de colapso psicológico total, confiesa el crimen y les muestra dónde escondió el cuerpo.
💡 Reflexiona: ¿Realmente escuchaba el corazón o era solo su culpa manifestándose? Poe nos deja esta pregunta para que cada lector saque sus propias conclusiones.