Protección de los Más Vulnerables
Este acuerdo es revolucionario porque pone especial atención en los grupos más vulnerables de la sociedad colombiana. No se trata solo de parar la guerra, sino de construir una sociedad más justa.
El documento garantiza los derechos de las mujeres, pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, niños y adolescentes. También protege a los campesinos, personas con discapacidad, desplazados por el conflicto, adultos mayores y la población LGBTI.
La transformación del país debe atacar las causas históricas del conflicto. Para el gobierno, se trata de revertir los efectos de la violencia. Para las FARC-EP, significa solucionar problemas como la concentración de tierras, la exclusión del campesinado y el abandono estatal.
Un concepto clave es la "justicia prospectiva": proteger los derechos de las futuras generaciones, como el derecho a una tierra conservada, a conocer la verdad sobre el pasado y a vivir sin cargar con las responsabilidades de generaciones anteriores.
Reflexión importante: El acuerdo busca crear un "nuevo paradigma de desarrollo" que beneficie a sectores históricamente excluidos y víctimas de la desesperanza.