Tipos de Verbos: La Gran Clasificación
Los verbos regulares son tus mejores amigos porque siguen patrones predecibles como "vivir", "comer" y "abrir". Los verbos irregulares como "dormir", "querer" e "ir" son más rebeldes y cambian su forma.
Los verbos defectivos están incompletos: no se pueden conjugar en todos los tiempos. Ejemplos: "soler", "nevar" y "acontecer". Los verbos transitivos necesitan un objeto directo (como "borrar algo"), mientras que los intransitivos no lo necesitan.
También están los verbos copulativos que conectan ideas (como "ser"), los reflexivos donde la acción recae sobre el sujeto mismo ("levantarse"), y los recíprocos que expresan acciones mutuas ("abrazarse").
Consejo de oro: Memoriza primero los verbos irregulares más comunes porque los usarás constantemente en el día a día.