La Exposición Oral
Imaginate que ya sabes escribir textos expositivos - ¡perfecto! La exposición oral funciona exactamente igual, solo que ahora usas tu voz para transmitir las ideas. Es como convertir tu texto en una presentación hablada.
Lo más genial de hablar es que tienes tres herramientas súper poderosas que no existen cuando escribes. El volumen te permite susurrar para crear misterio o hablar más fuerte para captar atención. El énfasis hace que ciertas palabras suenen más importantes, como cuando dices "¡ESO es lo más importante!".
La entonación es tu arma secreta - puedes cambiar completamente el significado de una frase solo con cómo la dices. "Qué bueno" puede sonar genuino o súper sarcástico, ¿verdad?
Para no perderte mientras hablas, los esquemas son tus mejores amigos. Piensa en un árbol al revés: arriba va tu tema principal (como la raíz), después las ideas principales (el tronco), y al final todos los detalles específicos (las ramas). Así nunca te vas a quedar en blanco.
¡Consejo clave! Practica tu exposición frente al espejo variando tu volumen y énfasis - te vas a sorprender de lo natural que se siente.