El diario y la vida de Ana Frank
Ana recibió un diario personal como regalo de cumpleaños poco antes de tener que esconderse. Este diario se convirtió en su gran apoyo durante el tiempo que permaneció oculta en la "Casa de Atrás". Allí escribía sobre su vida cotidiana, sus sentimientos y también creaba cuentos cortos y coleccionaba frases de escritores en su "Libro de Frases Bonitas".
La familia Frank había emigrado a Ámsterdam donde Otto, el padre de Ana, pudo montar una empresa y establecerse en la plaza Merwedeplein. Sin embargo, su tranquilidad se vio interrumpida cuando el 10 de mayo de 1940 las tropas alemanas invadieron los Países Bajos. Antes de esto, Otto había intentado emigrar con su familia a Inglaterra o Estados Unidos, pero todos sus intentos fracasaron.
Con la ocupación nazi, la vida de los judíos cambió drásticamente. Ana y su hermana Margot tuvieron que asistir a una escuela exclusiva para judíos, Otto perdió su empresa y los judíos tenían prohibido el acceso a cada vez más lugares públicos. Estas restricciones eventualmente llevaron a la familia a esconderse.
💡 ¿Sabías que...? Ana escribió en su diario que quería ser escritora o periodista en el futuro, y que deseaba editar su diario en forma de novela. Su sueño se cumplió de manera trágica, ya que su padre Otto, único sobreviviente de la familia, publicó el diario después de la guerra convencido por amigos de la gran elocuencia de los escritos de Ana.
Después de la guerra, Otto Frank permaneció vinculado a la Fundación Ana Frank y luchó por los derechos humanos y el respeto entre las personas hasta su muerte en 1980. En 1960, la Casa de Ana Frank se convirtió en museo, perpetuando la memoria de Ana y las lecciones de tolerancia y humanidad que su historia nos enseña.