El Fauvismo Cuando los Colores se Volvieron Salvajes
El fauvismo nació cuando los artistas decidieron que ya estaban hartos de pintar todo "como debía ser". Su nombre viene de "fauves" (fieras en francés) porque un crítico pensó que sus obras parecían hechas por animales salvajes. ¡Y tenía razón en cierto sentido!
Lo más genial del fauvismo es que los colores no tenían que ser realistas. Si querías pintar el cielo naranja o la hierba púrpura, ¡perfecto! Los fauvistas aplicaban colores puros y brillantes directo del tubo, sin mezclar, creando obras que literalmente saltaban a la vista.
Henri Matisse fue el líder indiscutible del movimiento, junto con André Derain. Estos artistas simplificaban las formas, usaban pinceladas visibles y gruesas, y se enfocaban en transmitir emociones puras a través del color. Era como gritar con el pincel en lugar de susurrar.
¡Dato curioso! El fauvismo solo duró 4 años, pero fue tan revolucionario que influyó en movimientos como el expresionismo y el cubismo que vinieron después.
Aunque el movimiento fue corto, cambió las reglas del juego para siempre. Los fauvistas demostraron que el arte no tenía que copiar la realidad, sino que podía crear su propia realidad emocional y vibrante.