La Revolución Rusa: Del Imperio al Comunismo
¿Te imaginas vivir en un país donde el hambre, la guerra y la pobreza llevaron al pueblo a derrocar completamente su gobierno? Eso fue exactamente lo que pasó en Rusia en 1917.
La Revolución Rusa en realidad fueron dos revoluciones que cambiaron todo. La Revolución de febrero terminó con siglos de gobierno zarista al derrocar al Zar Nicolás II. Pero no se quedó ahí: en octubre del mismo año, los Bolcheviques, liderados por Lenin, tomaron el poder y establecieron el primer gobierno comunista del mundo.
Las causas fueron una mezcla explosiva: descontento social y económico, la participación desastrosa en la Primera Guerra Mundial, y la presión política del zarismo que ya no podía controlar la situación. El pueblo ruso estaba harto de sufrir mientras la aristocracia vivía en lujo.
¡Dato curioso! Lenin llegó a Rusia en un tren sellado desde Alemania, ¡en plena guerra! Los alemanes lo ayudaron porque sabían que él sacaría a Rusia del conflicto.
Las consecuencias fueron enormes: se creó la Unión Soviética, hubo una transformación social y económica total con industrialización y colectivización, y el impacto en la política mundial se sintió durante todo el siglo XX. Figuras como Trotsky y Stalin también jugaron papeles clave en estos cambios históricos.