Las Duras Condiciones de Trabajo y la Resistencia Obrera
La vida en las primeras fábricas era increíblemente dura, muy diferente a lo que conocemos hoy. Los trabajadores debían laborar hasta 16 horas diarias, seis días a la semana, bajo la estricta vigilancia de supervisores que buscaban obtener la mayor ganancia posible.
Lo más impactante es que mujeres y niños trabajaban en las fábricas porque se les pagaba menos que a los hombres. Los niños que antes ayudaban a sus padres en casa, ahora trabajaban en condiciones peligrosas en fábricas y minas. Las familias obreras necesitaban que todos trabajaran para poder sobrevivir.
Como era de esperarse, los trabajadores no se quedaron callados. Surgieron movimientos de protesta como el ludismo, donde los artesanos destruían las máquinas porque las veían como culpables de su desempleo. Más tarde apareció el cartismo, un movimiento político que pedía el voto universal masculino y mejores condiciones laborales.
Estos movimientos obreros fueron los primeros intentos de organización de los trabajadores para defenderse de la explotación, y marcaron el inicio de la lucha por los derechos laborales que hoy damos por sentados.
💡 Dato clave: Los movimientos obreros de esta época fueron los antecesores de los sindicatos modernos que defienden los derechos de los trabajadores.