Paleolítico y Neolítico: Dos Formas Diferentes de Vivir
El Paleolítico fue cuando las personas eran nómadas, es decir, se movían constantemente de un lugar a otro. Vivían en pequeñas tribus o grupos familiares porque necesitaban buscar comida todo el tiempo.
Sus actividades principales eran recolectar frutas y cazar animales. No sabían cultivar plantas ni criar animales, así que dependían completamente de lo que encontraban en la naturaleza.
Durante este periodo ocurrió algo súper importante: ¡el descubrimiento del fuego! Esto cambió todo porque les permitió cocinar, calentarse y protegerse de los animales peligrosos. Sus herramientas eran principalmente piedras que pulían para hacerlas más útiles.
¡Dato curioso! El fuego fue tan importante que los grupos que lo dominaban tenían más posibilidades de sobrevivir.
El Neolítico marcó un cambio revolucionario porque las personas aprendieron agricultura y ganadería. Esto significó que ya no tenían que moverse tanto para buscar comida, dando origen a las primeras sociedades agrarias.
En esta etapa, el ser humano se volvió mucho más creativo e inventó nuevas herramientas más sofisticadas. También construyeron las primeras viviendas permanentes, ya que podían quedarse en un mismo lugar por mucho tiempo.
La vida cambió de nómada a sedentaria, lo que significa que las personas comenzaron a establecerse en lugares fijos y formar las primeras aldeas y pueblos.