Los Tres Estados de la Sociedad Francesa
Antes de la Revolución, Francia estaba dividida en tres estados sociales que reflejaban una gran desigualdad. El Primer Estado era la Iglesia, vinculada directamente a la corona y con el privilegio de recaudar diezmos de la población.
El Segundo Estado lo formaba la nobleza, que gozaba de prestigio social y poder militar. Su principal ventaja era estar exenta de pagar impuestos, lo que generaba resentimiento entre las clases bajas.
El Tercer Estado incluía a la burguesía y los campesinos. Aunque algunos burgueses tenían riqueza por sus inversiones y negocios, cargaban con todos los impuestos y tenían pocos derechos políticos.
💡 ¡Dato interesante! Aunque el Tercer Estado representaba más del 95% de la población francesa, tenía muy poca representación en la toma de decisiones del país.
Cuando la crisis financiera golpeó a Francia, el rey Luis XVI (1774-1792) convocó a los Estados Generales en 1789, una asamblea compuesta por representantes de los tres estados. Esta reunión buscaba solucionar los problemas económicos, pero el pueblo, cansado de la desigualdad, se rebeló y formó la Asamblea Nacional, dando inicio a la Revolución Francesa que cambiaría el mundo para siempre.