La Revolución Rusa: Derrocamiento del Zarismo
La Revolución Rusa comenzó por el descontento acumulado contra el zar Nicolás II, quien gobernaba autoritariamente desde 1894. En febrero de 1917, una revolución popular provocó la caída de la monarquía zarista, estableciéndose una república dirigida por Alejandro Kerensky, un socialista moderado.
Kerensky no logró mantenerse en el poder porque no impulsó medidas favorables para los trabajadores y quiso continuar la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial. Su gobierno fue debilitado por los soviets (asambleas de trabajadores, marineros y soldados) que ganaban cada vez más poder.
El 25 de octubre de 1917 (7 de noviembre en el calendario occidental), ocurrió la Revolución de Octubre cuando los bolcheviques, liderados por Vladimir Lenin, derrocaron al gobierno provisional. Una vez en el poder, abolieron las grandes propiedades rurales, nacionalizaron los bancos, establecieron el control obrero sobre la producción y firmaron el Tratado de Brest-Litovsk, terminando la participación de Rusia en la guerra.
💡 ¡Dato interesante! La fecha de la Revolución de Octubre parece confusa porque Rusia todavía utilizaba el calendario juliano, que estaba 13 días atrasado respecto al calendario gregoriano que usamos actualmente.
Las causas principales de la revolución incluyeron:
- El profundo descontento popular
- La aparición de los primeros partidos políticos
- Las huelgas como nueva forma de protesta
- La Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905)
- Las manifestaciones populares
- Los efectos de la Primera Guerra Mundial
Entre las consecuencias más importantes destacan el fin del régimen zarista, el estallido de la guerra civil rusa (1917-1923) que enfrentó a los bolcheviques contra los "blancos" (nacionalistas y monárquicos), y el asesinato de la familia real Románov en julio de 1918, ejecutado probablemente por órdenes de Lenin.