La Revolución Rusa: El fin de los zares
La Revolución Rusa de 1917 fue como un terremoto político que sacudió al mundo. Imagínate: en solo un año, los rusos derrocaron a su emperador (llamado zar) y crearon el primer estado socialista de la historia.
Todo comenzó porque Rusia estaba en crisis total. El zar Nicolás II había perdido la guerra contra Japón, lo que fue súper humillante. Además, la gente se moría de hambre y vivía en la pobreza más extrema mientras la familia real nadaba en lujos.
Los líderes revolucionarios como Vladimir Lenin y Leon Trotski aprovecharon esta situación. Lenin dirigía a los bolcheviques (un grupo revolucionario) y Trotski negoció para sacar a Rusia de la Primera Guerra Mundial.
Las consecuencias fueron enormes: cayó la monarquía zarista, se transformaron las estructuras feudales que habían existido por siglos, y comenzó una guerra civil que cambió la cultura rusa para siempre.
¡Dato curioso! El parlamento ruso se llama "Duma" y se creó justo antes de la revolución como un intento desesperado del zar por calmar a la gente rebelde.