De la Revolución Industrial a Nuestros Días
La Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX cambió todo el panorama laboral. Las fábricas se convirtieron en los nuevos lugares de trabajo, pero las condiciones eran terribles: jornadas de 12-16 horas, niños trabajando en lugar de ir al colegio, y salarios que apenas alcanzaban para sobrevivir.
Pero aquí viene lo interesante: estos abusos dieron origen a los movimientos sindicales. Los trabajadores se unieron para exigir mejores condiciones, y así nacieron los primeros sindicatos que conocemos hoy.
El siglo XX trajo grandes avances con la creación de leyes laborales y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Se establecieron las 8 horas de trabajo diario, vacaciones pagadas, y muchos derechos que hoy damos por sentado.
Sin embargo, la explotación laboral no ha desaparecido. Hoy en día existe en formas como el trabajo forzado, la trata de personas, y las condiciones precarias en trabajos informales. Es un problema que requiere que todos - gobiernos, organizaciones y ciudadanos - trabajemos juntos para solucionarlo.
Reflexiona: Los derechos laborales que tienes hoy son el resultado de siglos de lucha de trabajadores que no se conformaron con la injusticia.