La Guerra Fría: Un Mundo Dividido
La Guerra Fría representó un orden mundial bipolar donde dos potencias (EE.UU. y URSS) se enfrentaron sin una lucha armada directa. Cada potencia defendía su propia ideología: el capitalismo por parte de Estados Unidos y el socialismo por parte de la Unión Soviética.
Durante este período se desarrollaron varios fenómenos importantes como la carrera armamentista (competencia por tener más y mejores armas), la carrera espacial, y la división de Europa en áreas de influencia. También surgió una profunda desconfianza mutua que llevó a conflictos indirectos en diferentes partes del mundo.
La Guerra Fría atravesó varias etapas como la de contingencia y beligerancia, coexistencia pacífica, período de distensión y el rebrote final antes de su conclusión. Eventos clave incluyeron la Revolución China, la Guerra de Corea, la construcción del Muro de Berlín y la Crisis de los misiles en Cuba.
💡 ¿Sabías que? Aunque se llamó "Guerra Fría", nunca hubo un enfrentamiento militar directo entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Sin embargo, ambas potencias apoyaron bandos opuestos en conflictos regionales como la Guerra de Vietnam y la Revolución Cubana.
La influencia de este conflicto alcanzó todos los aspectos de la vida, incluyendo la cultura y los modos de vida. En América Latina, por ejemplo, surgieron dictaduras apoyadas por EE.UU. como parte de su política de Seguridad Nacional para contener la expansión del comunismo. El conflicto terminó con la caída del Muro de Berlín y el colapso del bloque socialista.