El Fascismo en Italia y el Ascenso de Stalin
La crisis económica después de la Primera Guerra Mundial creó el ambiente perfecto para el surgimiento del fascismo italiano. Con una alta inflación y desempleo creciente, las clases medias y altas temían una revolución comunista, por lo que apoyaron a Benito Mussolini y su Partido Fascista fundado en 1919.
El fascismo italiano se destacó por su violenta represión contra la izquierda y su programa nacionalista y antidemocrático. En octubre de 1922, Mussolini organizó la famosa Marcha sobre Roma, donde miles de militantes fascistas ocuparon edificios públicos. Esto presionó al rey Víctor Manuel III a entregarle el control del gobierno.
Entre 1925 y 1928, Mussolini consolidó su poder con las "Leyes Fascistísimas", que suprimieron libertades, cerraron el parlamento, prohibieron otros partidos y crearon una policía política, estableciendo un régimen totalitario.
💡 ¿Sabías que? El término "fascismo" viene de los "fasces", un antiguo símbolo romano de autoridad que Mussolini adoptó para representar la unidad y el poder del estado.
Mientras tanto, en la URSS, tras la muerte de Lenin en 1924, Josef Stalin comenzó a acumular poder como Secretario General del Partido Comunista. Para 1929, había establecido una dictadura personal que controlaba absolutamente la política, economía y cultura soviéticas. Stalin usó intensamente la propaganda para exaltar su imagen y estableció un régimen de terror mediante la policía política para eliminar cualquier oposición.