Antonio Nariño y las ideas de la Ilustración
¿Te imaginas arriesgar todo por defender unas ideas? Eso fue exactamente lo que hizo Antonio Nariño, un abogado y comerciante que se enamoró de las ideas ilustradas europeas. No era solo un tipo común: tenía una biblioteca con más de 2.000 libros y hasta su propia imprenta.
En su casa organizaba una tertulia llamada "El Arcano de la Filantropía" donde se reunía con otros intelectuales para discutir cómo mejorar el gobierno colonial. Era como un club secreto donde soñaban con cambiar las cosas. Gracias a su imprenta, podía publicar textos críticos y difundir información entre los habitantes de Santa Fe.
Su gran momento llegó en 1793 cuando descubrió la Declaración de los Derechos del Hombre. Sin pensarlo dos veces, tradujo los diecisiete artículos al español y los distribuyó por toda Santa Fe. Sabía que era peligroso, pero creía que la gente tenía derecho a conocer estas ideas revolucionarias.
Desafortunadamente, el texto había sido prohibido por la Inquisición. El 29 de agosto de 1794, Nariño fue arrestado y su vida cambió para siempre. La Corona le quitó todos sus bienes y hasta quemó el libro en la Plaza Mayor como humillación pública.
¡Dato curioso! Nariño logró escapar cuando lo llevaron a España, pero regresó voluntariamente a Santa Fe en 1797, sabiendo que lo volverían a encarcelar.