El Islam y su Expansión
El Islam nació en el siglo VII en la península arábiga cuando un comerciante llamado Mahoma comenzó a recibir revelaciones del ángel Gabriel en La Meca. Estas revelaciones se convirtieron en el Corán, el libro sagrado que guía a los musulmanes hasta hoy.
La religión se basa en el monoteísmo (creer en un solo Dios, Alá) y tiene cinco pilares fundamentales que todo musulmán debe seguir. Estos incluyen la profesión de fe (Shahada), orar cinco veces al día, dar limosna a los pobres, ayunar durante el Ramadán, y hacer la peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida.
Después de la muerte de Mahoma en 632, el Islam se dividió en dos ramas principales: los suníes (que siguen la tradición y el consenso) y los chiíes (que creen en la sucesión por linaje de Mahoma). Esta división aún existe hoy en día.
💡 Dato curioso: El Islam se expandió más rápido que cualquier otra religión en la historia, llegando desde España hasta partes de Asia en menos de un siglo.
La expansión islámica fue increíblemente exitosa por tres razones principales: eran tolerantes con otras religiones como el judaísmo y cristianismo, desarrollaron un comercio próspero con administración eficiente, y compartieron avances culturales y tecnológicos entre todas sus regiones conquistadas.