Formación de Óxidos
Los óxidos son compuestos súper comunes que encuentras en la vida diaria, desde el óxido de tu bicicleta hasta el dióxido de carbono que exhalas. Se forman cuando cualquier elemento se combina con oxígeno, ¡así de simple!
Cuando un metal se junta con oxígeno, obtienes un óxido básico. Por ejemplo, el potasio (K⁺) + oxígeno (O²⁻) = K₂O. Pero si es un no metal el que se combina con oxígeno, produces un óxido ácido, como el CO₂ que conoces bien.
La nomenclatura tradicional usa prefijos y sufijos que dependen de cuántos estados de oxidación tenga el elemento. Si tiene uno solo, le agregas "-ico" al nombre. Si tiene dos, el menor lleva "-oso" y el mayor "-ico". Con tres o cuatro estados, aparecen "hipo-" y "per-" para los extremos.
💡 Tip clave: Memoriza que "-oso" siempre es el menor estado de oxidación e "-ico" el mayor. ¡Te salvará en los exámenes!