Cuatro Métodos Que Usás Sin Darte Cuenta
La evaporación es súper fácil de entender: dejás que el líquido se vaya y el sólido se queda. Es lo que pasa cuando colgás la ropa mojada o cuando se seca el esmalte de uñas.
El embudo de decantación separa líquidos que no se mezclan, como aceite y agua. Como el aceite es menos denso, flota arriba y podés separarlo fácilmente. Así se hace el biodiesel.
La cromatografía del papel es genial para separar mezclas complejas. Es como cuando derramás vino en un mantel blanco y ves cómo se separan los colores. Los médicos la usan para analizar la orina.
El tamizado es usar un colador gigante. Pasás la mezcla por agujeros de diferentes tamaños para separar partículas grandes de pequeñas, como cuando tu abuela separa las piedras del arroz.
¡Tip de estudio! Recordá que cada método funciona por una propiedad física diferente: temperatura, densidad, tamaño o solubilidad.