Los Tres Estados de la Materia
Imagínate que las partículas de cualquier sustancia son como personas en diferentes situaciones. En el estado sólido, estas partículas están súper unidas entre sí, como amigos abrazados fuertemente que no se pueden separar.
Los sólidos tienen una estructura rígida porque sus partículas no pueden moverse libremente. Por eso tu escritorio mantiene siempre la misma forma y el mismo volumen, sin importar dónde lo pongas.
Una característica clave es que los sólidos son incompresibles. Esto significa que no puedes aplastarlos o reducir su tamaño fácilmente, como cuando intentas comprimir una roca con las manos.
💡 Dato curioso: Las partículas en los sólidos vibran en su lugar, pero no pueden cambiar de posición. ¡Es como bailar sin poder moverte del mismo spot!
En el estado líquido, las partículas tienen uniones menos intensas. Pueden fluir y moverse, pero siguen estando cerca unas de otras. Por eso el agua toma la forma del vaso pero mantiene su volumen.
Los gases son el estado más libre de todos. Sus partículas tienen uniones muy débiles y pueden moverse por todo el espacio disponible. Adoptan tanto la forma como el volumen del recipiente que los contiene, y además son muy compresibles.