Electronegatividad y Tipos de Enlaces
Imaginate que cada átomo tiene una "personalidad" diferente cuando se trata de compartir electrones. La electronegatividad mide qué tan "codicioso" es un átomo para atraer electrones hacia él. El flúor es el más codicioso de todos, con un valor de 4.0 en la escala.
Cuando dos átomos se unen, la diferencia entre sus electronegatividades decide cómo van a compartir (o no compartir) los electrones. Si la diferencia es pequeña (menor a 0.5), forman un enlace covalente no polar - básicamente, comparten los electrones de manera justa como buenos amigos.
Pero si la diferencia es mayor (mayor a 0.5), el átomo más electronegativo se lleva más electrones, creando un enlace covalente polar. Uno queda con carga parcial negativa y el otro con carga parcial positiva. Y cuando la diferencia es enorme, se forma un enlace iónico - uno le roba completamente los electrones al otro.
¡Dato curioso! Los enlaces polares e iónicos hacen que las sustancias tengan puntos de fusión más altos y se disuelvan mejor en agua, mientras que los enlaces no polares crean sustancias más "antisociales" que no se mezclan bien con el agua.