Organismos Superestrellas en la Degradación de Plásticos
La naturaleza nos sorprende con organismos capaces de degradar materiales que considerábamos prácticamente indestructibles. Estos son algunos de los "héroes" microbianos e insectos que están revolucionando la lucha contra la contaminación plástica:
Ideonella sakaiensis 201-F6: Esta bacteria, descubierta por investigadores de la Universidad de Kioto, puede utilizar PET como su principal fuente de energía y carbono. Produce dos enzimas que hidrolizan el PET convirtiéndolo en monómeros inocuos para el ambiente. ¡Puede degradar casi completamente una lámina delgada de PET en seis semanas a 30°C!
Pestalotiopsis microspora: Este hongo amazónico identificado en 2008 posee una enzima de la familia hidrolasa serina que le permite degradar poliuretano en suspensiones sólidas y líquidas. Lo más sorprendente es que su enzima es extracelular y difusible, lo que significa que puede actuar a distancia del crecimiento del hongo.
Tenebrio molitor (gusano de la harina): Este insecto puede alimentarse de poliestireno extruido (unicel). En experimentos, estos gusanos consumieron entre 34 y 39 mg de plástico al día, convirtiendo la mitad en dióxido de carbono. Su estómago contiene enzimas que degradan el poliestireno sin causarles problemas de salud.
Bacterias del género Bacillus: Son universales y, aunque degradan el plástico a un ritmo lento (pueden demorar meses), su capacidad para formar esporas les permite sobrevivir en condiciones adversas durante años, alterando gradualmente la estructura del plástico.
Pseudomonas spp: Bacterias como P. fluorescens y P. aeruginosa muestran gran capacidad para degradar polietileno en ambientes acuáticos con pH neutro (7) y temperaturas de 30-37°C. Pueden procesar diferentes polímeros mediante la formación de biopelículas y la liberación de enzimas catalíticas.
Aplicación práctica: Los consorcios microbianos (combinaciones de diferentes microorganismos) suelen ser más eficientes que las especies individuales. Por ejemplo, un consorcio de hongos logró una degradación del 27% del polietileno, mientras que individualmente solo alcanzaban entre 0.7% y 7.7%.