Producción de ácido clorhídrico puro
Para fabricar ácido clorhídrico de alta pureza, es necesario un cuidadoso tratamiento de materias primas. El cloro procedente de la electrólisis se refrigera, se lava con agua y luego con ácido sulfúrico para secarlo. Después se filtra y comprime.
El hidrógeno también debe purificarse, refrigerándolo y secándolo con ácido sulfúrico antes de comprimirlo a la presión adecuada.
La reacción entre cloro e hidrógeno es altamente exotérmica y potencialmente peligrosa. Para controlarla, se utiliza un soplete especial (similar al oxhídrico) donde los gases se mezclan justo al momento de reaccionar. Los equipos están construidos con materiales resistentes como cuarzo y grafito debido a la alta corrosividad del cloro y el cloruro de hidrógeno.
En la etapa de condensación y concentración, el cloruro de hidrógeno gaseoso se refrigera y puede comprimirse en botellas de acero para comercializarse como gas, aunque esto es poco común. Lo normal es disolverlo en agua para formar ácido clorhídrico. Como esta disolución genera mucho calor, primero se refrigera el gas junto con ácido diluido y luego se condensa en un condensador de grafito.
🛡️ La manipulación de cloruro de hidrógeno en botellas de acero es extremadamente peligrosa y requiere precauciones especiales para evitar que entre ácido en la botella.