Escuela Positiva
¿Y si te dijera que algunas personas están "programadas" para delinquir? Eso pensaba la escuela positiva italiana del siglo XIX, liderada por tres grandes figuras.
César Lombroso, conocido como el padre de la criminología, creó el concepto del "homo delincuente". Este médico clasificaba a los criminales por su apariencia física: locos, habituales, ocasionales, atléticos y pícnicos. Suena raro, ¿verdad? Pero en su época fue revolucionario.
Enrico Ferri y Garófalo complementaron estas ideas. Para ellos, el ser humano delinque por factores económicos, psicológicos y sociales que lo empujan al crimen. No es que la persona "elija" ser mala - simplemente las circunstancias la llevan por ese camino.
Esta escuela cambió el enfoque: pasamos del derecho penal de actos (juzgar lo que haces) al derecho penal de autor (juzgar quién eres). La pena no busca proporcionalidad sino rehabilitación - tratar al "enfermo" social.
💡 Recorda: Aquí el delito se ve como un síntoma de problemas más profundos, no como una elección libre.