El Nuevo Modelo Atómico de Rutherford
Con estos descubrimientos, Rutherford propuso un modelo completamente nuevo que se parecía más a un sistema solar microscópico. En este modelo, los electrones giran alrededor del núcleo en órbitas circulares a altas velocidades.
Los principios básicos eran claros: el núcleo contiene toda la carga positiva y casi toda la masa del átomo, mientras que los electrones negativos se mantienen en órbita gracias a la fuerza electrostática. Era elegante, simple y explicaba perfectamente los resultados del experimento.
Este modelo planetario fue tan convincente que hasta hoy muchas personas lo visualizan así cuando piensan en átomos. Científicos posteriores pudieron usarlo para determinar el número atómico de los elementos y entender mejor la estructura de la materia.
Para recordar: Aunque este modelo fue revolucionario, también tenía problemas que otros científicos como Bohr tuvieron que resolver después.
Los Problemas que No Pudo Resolver
A pesar de ser genial, el modelo de Rutherford tenía algunas fallas importantes que lo hacían teóricamente imposible según las leyes de la física conocidas en esa época.
El problema más grande era que, según las leyes de Maxwell, los electrones girando deberían emitir radiación electromagnética constantemente. Esta pérdida de energía haría que los electrones colapsaran contra el núcleo en fracciones de segundo, destruyendo el átomo.
Además, no podía explicar por qué los protones en el núcleo se mantenían juntos sin repelerse, ya que las cargas positivas naturalmente se rechazan entre sí. Estas contradicciones llevaron a que científicos como Bohr desarrollaran modelos más sofisticados, pero el trabajo de Rutherford sentó las bases de la física nuclear moderna.