El Juicio de Sócrates
El juicio de Sócrates tuvo tres principales acusadores: Melito, Anito y Licón, quienes presentaron cargos formales contra el filósofo ante la sociedad ateniense.
Las acusaciones fueron principalmente dos: la corrupción a los jóvenes y la asebeia (impiedad). Dentro de estos cargos se incluía el supuesto ateísmo de Sócrates, considerado una falta grave en la Atenas de aquella época.
En su defensa, Sócrates explicó que su filosofía consistía en buscar personas más sabias que él, cuestionando el conocimiento establecido. Sin embargo, esta explicación no fue suficiente para convencer a los jueces.
💡 La "asebeia" era considerada un crimen muy serio en la antigua Grecia, pues implicaba una falta de respeto hacia los dioses oficiales de la ciudad.
El veredicto final fue devastador: Sócrates fue declarado culpable y condenado a muerte. A pesar de tener la oportunidad de proponer un castigo alternativo o escapar, el filósofo aceptó su destino, coherente con sus principios.