Los límites y posibilidades de la Ilustración
En la sociedad, los ciudadanos tienen cierta libertad para expresarse públicamente sobre asuntos civiles, pero con la religión es diferente. Kant reconoce que cuestionar públicamente las creencias religiosas podría generar caos social, por lo que esta área enfrenta más restricciones.
El filósofo plantea que incluso un gobernante no debería limitar la libertad de pensamiento de sus súbditos, especialmente en asuntos de conciencia. Un buen gobernante permite que las personas busquen su propio camino en cuestiones espirituales y morales, siempre que no se dañen entre sí.
Kant aclara que en su tiempo no vivían en una "época ilustrada" sino en una "época de Ilustración". Esto significa que el proceso estaba en marcha, pero faltaba mucho para que las personas pudieran usar su razón con total libertad, especialmente en cuestiones religiosas.
🔍 Idea clave: La Ilustración busca que cada persona sea tratada como un fin en sí misma y no como un simple medio o "máquina de trabajo".
El objetivo final de la Ilustración es que los seres humanos sean reconocidos en su dignidad. Cuando las personas pueden expresar sus ideas libremente ante el público y recibir un trato digno de parte de sus gobernantes, comienza el verdadero proceso de Ilustración y emancipación intelectual.