Otras Escuelas Helenísticas
El estoicismo, fundado por Zenón de Citio, propuso que la felicidad se alcanza mediante la ataraxia (imperturbabilidad) y la apatía (control de pasiones). Los estoicos creían en vivir conforme a la naturaleza y aceptar el destino. Según ellos, debemos obrar con la razón y no con los sentimientos, aceptar lo que ocurre sin esperar premios ni castigos, y mantener serenidad ante cualquier situación.
El cinismo, popularizado por Diógenes, defendía una vida natural y autosuficiente. Los cínicos proponían vivir con lo mínimo necesario, sin depender de nadie ni de nada, y rechazar las convenciones sociales que oprimen el espíritu. Su valor principal era la autarquía (autosuficiencia).
El escepticismo, fundado por Pirrón, sostenía que nunca podemos conocer la verdad absoluta, solo apariencias. Sus principios incluían la duda sistemática, la abstención de juicios definitivos y el relativismo cultural. Para los escépticos, cualquier afirmación puede ser cuestionada y no hay bases suficientes para preferir una perspectiva sobre otra.
🔍 Reflexiona: ¿Qué escuela helenística se acerca más a tu forma de pensar? ¿Buscas el placer moderado, la serenidad ante los problemas, la vida simple o prefieres cuestionar todo?
Las escuelas helenísticas siguen siendo relevantes porque abordan problemas universales: cómo ser felices, cómo enfrentar el sufrimiento y cómo encontrar sentido en la vida cotidiana. Cada una ofreció un camino distinto hacia la plenitud personal.