La Rusia Zarista y el Camino a la Revolución
Antes de la revolución, Rusia era un imperio enorme gobernado de forma autocrática por el zar Nicolás II. Este concentraba todo el poder del estado y contaba con el respaldo firme de la nobleza, la iglesia ortodoxa y el ejército. Aunque existía un Parlamento llamado Duma, este podía ser convocado o disuelto según la voluntad del zar.
Económicamente, Rusia apenas comenzaba su industrialización con capital extranjero. Era un país principalmente rural cuya economía se basaba en la agricultura tradicional, lo que generaba grandes desigualdades sociales.
La Revolución Rusa cobró importancia porque los revolucionarios presentaron un nuevo modelo de organización económica, política y social. Esto atrajo a muchos obreros descontentos con sus condiciones de vida durante los primeros años del siglo XX.
💡 ¿Sabías que? El "Domingo Sangriento" de 1905, cuando el ejército disparó contra manifestantes pacíficos, fue el detonante que encendió la mecha revolucionaria en Rusia.
La primera gran explosión social ocurrió en 1905, tras las derrotas en la guerra ruso-japonesa. El 12 de enero, miles de obreros marcharon hacia el Palacio de Invierno en San Petersburgo para exigir mejores condiciones laborales y jornadas de 8 horas. La respuesta del gobierno fue brutal: cientos de muertos y heridos en lo que se conoció como el Domingo Sangriento.
Este sangriento episodio desató huelgas por toda Rusia durante el resto del año. Campesinos y obreros comenzaron a organizarse en consejos populares, y el movimiento obrero ganó cada vez más fuerza, sentando las bases para los grandes cambios que estaban por venir.