La Revolución que cambió el mundo
Imagínate vivir en un país donde solo los nobles y el clero tenían poder, mientras tú y tu familia trabajaban sin descanso para mantenerlos. Eso era Francia en 1700, pero todo estaba a punto de cambiar.
La Revolución Francesa marcó el fin del antiguo régimen y el nacimiento del liberalismo moderno. Este proceso redujo enormemente el poder del rey y permitió que la burguesía (la clase media educada y con dinero) tomara el control político y económico del país.
Los revolucionarios lograron cosas que hoy damos por sentadas: separación de la iglesia del estado, votaciones secretas y control social del gobierno. Estas ideas se convirtieron en características fundamentales de los estados modernos.
💡 Dato clave: La Revolución Francesa duró varios años y pasó por diferentes etapas, desde los Estados Generales en 1789 hasta el Directorio.
¿Qué causó esta revolución? Francia enfrentaba una crisis social y política brutal a finales del siglo XVIII. Mientras la nobleza y el clero vivían en lujo con todo el poder político y económico, el campesinado sufría crisis terribles. La burguesía, viendo esta situación de descontento generalizado, decidió aprovechar el momento para imponer un nuevo modelo de sociedad basado en los principios de la Ilustración.