Los Aztecas: Guerreros del Lago Texcoco
Los aztecas llegaron del norte de Mesoamérica y se establecieron a finales del siglo XIII en la orilla del lago Texcoco. Ahí fundaron Tenochtitlán en 1325, una ciudad que se convirtió en el centro de su poderoso imperio hasta que llegaron los españoles en 1519.
Su imperio era impresionante: conquistaron territorios que hoy incluyen Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Hidalgo y parte de las costas de Chiapas y Guatemala. Los aztecas creían que el universo podía ser destruido cada 52 años, y que la vida era una constante batalla entre el bien y el mal.
Como no tenían suficientes tierras para cultivar, inventaron algo genial: plataformas sobre el agua llamadas chinampas, que les ayudaron muchísimo con su agricultura. Era como tener jardines flotantes súper productivos.
Increíble pero cierto: Tenochtitlán era una de las ciudades más grandes del mundo en su época, ¡incluso más grande que muchas ciudades europeas!
La sociedad azteca tenía una jerarquía muy clara. En la cima estaba el Tlatoani (gobernante supremo), seguido por los nobles, sacerdotes, campesinos, comerciantes llamados pochtecas, artesanos y finalmente los esclavos. Los pochtecas eran especiales porque no solo comerciaban fuera de la ciudad, sino que también actuaban como espías para el imperio.