El Imperio Ruso: Un gigante tricontinental
El Imperio Ruso fue un estado soberano que existió entre 1721 y 1917, extendiéndose por Europa, Asia y América. Este imperio, sucesor del Zarato ruso, se gobernaba mediante un sistema absolutista donde el poder se concentraba en manos de los zares, con Pedro el Grande y Catalina la Grande como sus gobernantes más destacados.
La sociedad rusa estaba rígidamente estructurada en clases: la nobleza, el clero, los campesinos y los siervos. A lo largo de su historia se implementaron diversas reformas para abolir la servidumbre, modernizar la educación y fortalecer el ejército, aunque la desigualdad persistió.
Territorialmente, fue el tercer imperio más grande del mundo, con una población que superaba los 125 millones de habitantes. Los rusos constituían el 44% de la población, conviviendo con numerosos grupos étnicos. Su economía se basaba principalmente en la minería, agricultura e industria, manteniendo importantes intercambios comerciales con Europa y Asia.
💡 ¿Sabías que...? A pesar de su enorme tamaño y poder, el Imperio Ruso cayó debido a factores internos como la desigualdad social y la mala distribución del poder, dando paso a la revolución bolchevique que finalmente estableció la Unión Soviética.