¿Qué son los Polisacáridos?
Imagínate que los polisacáridos son como collares súper largos hechos de cuentas idénticas, donde cada cuenta es un monosacárido. A diferencia del azúcar que endulza tu café, estos carbohidratos complejos no tienen sabor dulce y no se disuelven fácilmente en agua.
Su tamaño gigantesco les permite cumplir dos funciones principales: almacenar energía para cuando el organismo la necesite y dar estructura y resistencia a plantas y animales. Es como tener un banco de energía y materiales de construcción al mismo tiempo.
Un dato genial: la madera de los árboles está hecha principalmente de celulosa, que es un polisacárido de glucosa. Básicamente, los árboles construyen sus troncos con azúcar modificado.
¡Dato curioso! Aunque están hechos de azúcares, los polisacáridos no saben dulce porque sus moléculas son demasiado grandes para activar nuestros receptores del sabor.
Los Tres Polisacáridos Más Importantes
El almidón es la batería de las plantas. Lo encuentras en forma de granitos blancos dentro de células vegetales, especialmente en raíces y tubérculos como la papa. Tiene dos componentes: la amilosa (cadenas simples de 600 glucosas) y la amilopectina (cadenas ramificadas de 6,000 glucosas).
El glucógeno es la versión animal del almidón, pero súper ramificado y con unas 100,000 unidades de glucosa. Tu hígado lo usa como reserva energética - es tu combustible de emergencia personal.
La celulosa es el esqueleto de las plantas. Con cadenas de 3,000 glucosas, les da esa rigidez que permite que un árbol se mantenga erguido contra el viento.