Conclusiones
La eficiencia de la electrólisis depende directamente de la cantidad de gas producido en relación con la corriente aplicada y el tiempo. Un sistema eficiente produce más gas con menos energía, lo cual es crucial si pensamos en aplicaciones prácticas como la generación de hidrógeno para combustible.
Los electrodos juegan un papel fundamental en este proceso. Descubrimos que materiales más conductivos y con mayor superficie de contacto mejoran notablemente la eficiencia. Por ejemplo, electrodos de acero resultaron ser más eficientes que los de cobre en nuestras pruebas.
El electrolito (en este caso, el agua con posibles aditivos) también influye significativamente en los resultados. La concentración y tipo de electrolito afecta la conductividad de la solución y, por tanto, la cantidad de gas que podemos producir con una cantidad determinada de energía.
¡Piensa en grande! Si optimizamos este proceso, podríamos crear sistemas que generen hidrógeno a partir de energía solar o eólica, almacenando energía renovable en forma de combustible limpio.