Conceptos Fundamentales de Química
¿Sabías que cuando abres una gaseosa, la física y química trabajan juntas? La disolución de gases depende de qué tan seguido las moléculas del gas chocan contra la superficie del líquido y quedan atrapadas ahí.
La concentración molar es tu herramienta para medir exactamente cuánta sustancia tienes en una solución. Piénsalo como una receta: necesitas saber cuántos moles hay por cada litro de volumen para que todo funcione perfectamente.
Algo súper importante que nunca cambia: la ley de conservación de la materia. En cualquier reacción química, la masa total de lo que empiezas (reactivos) siempre será igual a la masa total de lo que obtienes (productos). Es como un intercambio justo donde nada se pierde.
Dato clave: En la ecuación CH₄ + 2O₂ → CO₂ + 2H₂O, puedes contar los átomos y comprobar que se conservan perfectamente de un lado al otro.
Cuando haces experimentos, siempre habrá un reactivo limitante que se agota primero y determina cuánto producto puedes obtener. El reactivo en exceso es como tener ingredientes de sobra que no alcanzas a usar.
Los electrolitos son sustancias fascinantes que se comportan diferente al disolverse en agua. Los electrolitos fuertes se separan completamente en iones, mientras que los electrolitos débiles solo lo hacen parcialmente. Esta disociación iónica es lo que permite que algunas soluciones conduzcan electricidad.
Las reacciones de neutralización ocurren cuando un ácido se encuentra con una base, y el resultado cambia dependiendo de si son fuertes o débiles.