Conductos y Glándulas del Sistema Reproductor
El conducto deferente tiene la importante tarea de impulsar los espermatozoides desde el epidídimo hacia el conducto eyaculador y la uretra durante la excitación sexual. Este conducto es un tubo muscular que transporta millones de espermatozoides cuando es necesario.
Las glándulas accesorias aportan sustancias fundamentales para la supervivencia de los espermatozoides. La próstata rodea la uretra prostática y produce secreciones que protegen a los espermatozoides. Las glándulas bulbouretrales generan un líquido viscoso y alcalino que lubrica la uretra, evitando que los espermatozoides sufran daños durante su recorrido.
El pene es el órgano copulador masculino que contiene la uretra, conducto que sirve tanto para la eyaculación como para la emisión de orina. Está formado por cuerpos cavernosos que son estructuras de tejido eréctil que se llenan de sangre durante la excitación sexual, provocando la erección. En su extremo se encuentra el glande, cubierto por una piel fina llamada prepucio.
🔍 Los cuerpos cavernosos funcionan como "esponjas" que pueden llenarse de sangre rápidamente, permitiendo que el pene pase de un estado flácido a erecto en cuestión de segundos cuando hay estimulación sexual.