Propiedades de los Fluidos
¿Te has preguntado por qué el aceite flota sobre el agua o por qué la miel fluye tan lentamente? Todo se debe a las propiedades de los fluidos. Estas características determinan cómo se comportan los líquidos y gases en diferentes situaciones.
La densidad es una propiedad clave que explica muchos fenómenos cotidianos. Representa la cantidad de masa por unidad de volumen en un fluido. Cuando un fluido tiene mayor densidad que otro, tiende a hundirse en el menos denso. Por eso el aceite (menos denso) flota sobre el agua (más densa).
La viscosidad es la resistencia que presenta un fluido al fluir. Piensa en la diferencia entre verter agua y miel el agua fluye rápidamente (baja viscosidad) mientras que la miel se mueve lentamente (alta viscosidad). Esta propiedad afecta desde cómo se mezclan las pinturas hasta cómo funciona el aceite en el motor de un carro.
💡 ¡Dato interesante! La temperatura afecta tanto la densidad como la viscosidad de los fluidos. Por eso la miel caliente fluye más fácilmente que cuando está fría, y por eso también el aire caliente sube (se vuelve menos denso) creando las corrientes que aprovechan las aves para planear.
La presión es otra propiedad esencial y representa la fuerza que ejerce un fluido sobre un área. Aumenta con la profundidad debido al peso del fluido que está encima. Esta es la razón por la que sientes más presión en tus oídos cuando buceas más profundo en una piscina.