Partes del Microscopio
Imaginate el microscopio como un rompecabezas donde cada pieza tiene un trabajo súper específico. Vamos a conocer cada componente para que puedas dominar esta herramienta en el laboratorio.
La base o pie es literalmente donde todo se apoya - puede tener forma rectangular o de Y, y básicamente mantiene todo el aparato estable. El brazo o columna es como la columna vertebral que conecta la base con el tubo, dándole estructura a todo el sistema.
El tubo es ese cilindro negro elcolornoescasualidad−evitareflejosmolestos donde van los oculares en la parte superior. Los oculares son las lentes por donde mirás, y están diseñados para acercar la imagen que captan los objetivos.
El revólver es esa pieza giratoria súper práctica donde se conectan diferentes objetivos. Cuando lo girás, podés cambiar el nivel de aumento sin complicaciones. Los objetivos son las lentes que realmente "ven" tu muestra y determinan qué tanto podés amplificar.
Tip clave: El revólver te permite cambiar aumentos rápidamente - siempre empezá con el objetivo de menor aumento.
La platina es esa superficie plana y metálica donde colocás tu muestra. Tiene un agujero en el centro para que pase la luz, y muchas veces incluye un carro que te permite mover la muestra hacia los lados o adelante y atrás.
Para enfocar tenés dos tornillos: el macrométrico (para enfoque rápido y general) y el micrométrico (para ajustes finos y precisos). Finalmente, el condensador concentra la luz en tu muestra para que tengas mejor contraste y claridad.