Metabolismo de la Glucosa: Glucogenolisis y Glucólisis
¿Sabías que tu cuerpo tiene formas inteligentes de obtener energía cuando la necesita? La glucogenolisis es como romper tu alcancía de emergencia: degrada el glucógeno almacenado para liberar glucosa cuando tu cuerpo la necesita.
Este proceso está controlado por dos hormonas importantes: la adrenalina (epinefrina) y el glucagón. La enzima protagonista es la fosforilasa, que convierte el glucógeno en glucosa-1-fosfato. Después, esta se transforma en glucosa-6-fosfato.
En el hígado, la glucosa-6-fosfato puede convertirse en glucosa libre gracias a la enzima glucosa-6-fosfatasa. Esta glucosa sale de la célula y mantiene tus niveles de azúcar en sangre normales. En otros tejidos que no tienen esta enzima, la glucosa-6-fosfato debe seguir otros caminos metabólicos.
Por otro lado, la glucólisis es el proceso que convierte glucosa en CO₂ y H₂O para producir ATP (la moneda energética de las células). Este proceso tiene dos etapas principales: primero se invierte energía (2 ATP) para preparar la glucosa, luego se obtiene energía (4 ATP) para una ganancia neta de 2 ATP.
¡Dato curioso! Durante la fermentación, en lugar de producir lactato, las células pueden producir etanol y CO₂, ¡el mismo proceso que usan las levaduras para hacer pan y cerveza!
La glucólisis también incluye una variante llamada fermentación, donde se produce etanol en lugar de lactato. La importancia de estos procesos es doble: conectan con el ciclo de los ácidos tricarboxílicos y proporcionan ATP directamente a las células.