Las Funciones Clave de las Proteínas
Las proteínas estructurales son como los cimientos de una casa - mantienen todo en su lugar. El colágeno une los tejidos conectivos y actúa como soporte, mientras que la elastina le da flexibilidad a tus tejidos para que no se rasguen cuando te mueves. La queratina protege las células de tu piel y forma la capa más externa que te defiende del mundo exterior.
Las enzimas son las aceleradoras de tu cuerpo - hacen que las reacciones químicas sucedan súper rápido sin gastarse en el proceso. Sin ellas, tu digestión y metabolismo serían lentísimos.
Las proteínas hormonales regulan procesos importantes como la insulina, que controla el azúcar en tu sangre y te ayuda a mantener energía. La oxitocina es famosa por estimular las contracciones durante el parto y la producción de leche materna.
Dato curioso: Tu cuerpo produce miles de enzimas diferentes, ¡cada una especializada en acelerar una reacción química específica!
Las proteínas de defensa como las globulinas (también llamadas anticuerpos) son tus guardaespaldas microscópicos que luchan contra virus y bacterias. Las proteínas contráctiles como la miosina y actina hacen posible que tus músculos se contraigan y que las células se dividan correctamente.
Las proteínas de transporte son los mensajeros y repartidores. La hemoglobina le da el color rojo a tu sangre y transporta oxígeno desde tus pulmones hasta todos tus tejidos. La fibrina ayuda a formar coágulos cuando te cortas.
Finalmente, tienes proteínas de reserva como la albúmina en los huevos, la caseína en la leche y la ferritina que almacena hierro en tu hígado. También están las histonas que organizan tu ADN y los neurotransmisores como la encefalina y endorfina que regulan tu estado de ánimo y sensación de dolor.