Lactato Deshidrogenasa: Tu Detector Interno de Problemas
¿Sabías que tu cuerpo tiene detectores internos que avisan cuando algo no está funcionando bien? La lactato deshidrogenasa (LDH) es exactamente eso: una enzima que vive dentro de tus células y se encarga de producir energía convirtiendo lactato en piruvato.
Lo genial de la LDH es que cuando tus células se dañan, esta enzima se escapa hacia la sangre. Por eso los médicos la usan como una alarma que les dice si hay problemas en diferentes partes de tu cuerpo como el corazón, hígado, músculos o pulmones.
Las cinco isoenzimas de LDH son como cinco tipos diferentes de detectores, cada uno especializado en un órgano específico:
- LDH-1 y LDH-2: Se concentran en el corazón y glóbulos rojos
- LDH-3: Principalmente en pulmones y linfocitos
- LDH-4 y LDH-5: Dominan en músculos esquelético e hígado
Dato clave: Cuando tenés un infarto al miocardio, daño hepático o anemia hemolítica, los niveles de LDH se disparan en tu sangre, ayudando a los médicos a diagnosticar rápidamente el problema.
Los valores normales de LDH pueden variar según tu edad, sexo, alimentación y qué tanto ejercicio hagás, así que siempre hay que interpretarlos junto con otros síntomas y exámenes.