Vías Catabólicas y Anabólicas
La glucólisis es la vía metabólica más rápida y eficiente para obtener energía. En este proceso, cada molécula de glucosa se transforma en dos moléculas de piruvato, generando 2 ATP, la moneda energética celular.
Otra ruta importante es la glucogenólisis, que ocurre principalmente en el hígado, donde el glucógeno almacenado se convierte nuevamente en glucosa cuando nuestro cuerpo la necesita. El proceso contrario se llama glucogénesis.
La beta oxidación es el proceso por el cual los ácidos grasos se descomponen en unidades de acetil-CoA, que luego entran al ciclo de Krebs para generar más energía.
Las rutas anabólicas realizan el trabajo contrario: sintetizan moléculas complejas con gasto de energía. Son esenciales para regenerar células y mantener órganos y tejidos en óptimas condiciones. La gluconeogénesis es un ejemplo importante; no es simplemente el inverso de la glucólisis, sino una vía separada que fabrica glucosa a partir de aminoácidos, lactato o piruvato cuando no hay ingesta de carbohidratos.
🔬 Curiosidad metabólica: Aunque pueda parecer ineficiente tener rutas que hacen trabajos opuestos (como degradar y sintetizar glucosa), esta versatilidad es precisamente lo que permite a nuestro cuerpo adaptarse a diferentes condiciones, como cuando hacemos ayuno o ejercicio intenso.